viernes, 26 de agosto de 2011

Monseñor Alfonso Sardinas



MONSEÑOR ALFONSO SARDINAS

PRESENTACIÓN


“QUE YO SEA DEFENDIDO POR TI, ¡OH VIRGEN!”, fue la frase que  el humilde franciscano e Ilustre huanuqueño, Monseñor Alfonso María De la Cruz Sardinas Zavala, rubricó en su sello episcopal, revelando su plena confianza en la Virgen María, Madre  de Cristo y Madre de la Iglesia.

En el marco de los 146 años  de creación de la Diócesis de Huánuco, y los 128 años de fundación de la Congregación de Religiosas Franciscanas de la Inmaculada Concepción, se presenta  “ La vida y obras de Monseñor Alfonso María de la Cruz Sardinas Zavala”, hijo predilecto de la ciudad de Huánuco, segundo Obispo y Pastor incansable de la Diócesis de Huánuco-Perú y Fundador de la Congregación de Religiosas Franciscanas de la Inmaculada Concepción, con la finalidad de mostrar al pueblo cristiano un camino para vivir el Evangelio en entrega generosa a Dios  y al servicio gozoso a los hermanos, conociendo los valores y virtudes de Monseñor Alfonso María de la Cruz Sardinas Zavala.

La obra comprende  cuatro partes, en la primera parte se presenta la situación histórica del Perú en el período 1842- 1902, describiendo la realidad política, social, económica, cultural  y religiosa, indicando el contexto en que vivió el santo franciscano. La segunda parte contiene los  datos más significativos sobre su infancia, adolescencia, misión franciscana y sacerdotal, misión  episcopal y su entrega al Padre. En la tercera parte se presenta los cinco pilares de su espiritualidad: Amor al Niño Dios, amor al Evangelio- Palabra de Dios, amor a la Cruz de Cristo, amor a la Eucaristía y amor a La Inmaculada Concepción. La cuarta parte incluye las cinco preocupaciones de su misión apostólica: La formación para la vida religiosa, la formación ministerial de los sacerdotes, la catequesis de los niños, la educación de los jóvenes, la formación de las familias y de los ciudadanos para la instauración  de la paz y la justicia en el país y en el mundo. Finalmente se adjunta en los anexos  los principales documentos escritos por Monseñor Sardinas: Estatutos, Cartas Pastorales y otros documentos como anécdotas y testimonios de favores recibidos de Dios por intercesión de Monseñor Sardinas.

Que la lectura de esta obra motive a alabar y cantar las maravillas de Dios  realizadas en sus criaturas para seguir con gozo el camino del Evangelio construyendo la paz, la justicia  y la solidaridad  en el mundo.

Fraternalmente

Hna.Bertha Flores Palomino                                             26 de Agosto del 2011





1.INFANCIA Y ADOLESCENCIA.


Fray Alfonso María de la Cruz Sardinas y Zavala, Fundador de la Congregación de Religiosas Franciscanas de la Inmaculada Concepción y Obispo de la Diócesis de Huánuco, vio la luz del mundo el día 30 de mayo de 1842,[1] en el jirón 28 de julio Nº 700 en Huánuco, ciudad conocida con el nombre de “Ciudad de los Caballeros de León”.

Sus padres fueron Don Manuel Sardinas de nacionalidad española y Doña Manuela Zavala ,Huanuqueña, juntó así por igual nuestro futuro Obispo Sardinas, en su persona, la sangre española y la huanuqueña, hermanando en sus venas la riqueza espiritual proveniente de ambos pueblos, fusionados en la misma fe que nos unen para llamar a Dios Padre Nuestro.
1º de Junio de 1842, a los dos días de nacido fue bautizado y ungido con óleo y mirra en la Iglesia “El Sagrario La Merced” de la ciudad de Huánuco, por el  Padre Patricio Trujillo, siendo su  Padrino el Presbítero Doctor Antonio Telechea y los testigos Don Juan Abarca y Don Silvestre Estela. Recibió en la Pila Bautismal el nombre de Fernando,[2] cambiado más tarde por el de Alfonso al ingresar de religioso al Convento de Ocopa.

Perdió a sus padres a tierna edad, quedó bajo la tutela de Don Isidro Soler[3] quien le inculcó una sólida piedad y una tierna devoción a la Santísima Virgen. A pesar de los cuidados de sus parientes, hubo de experimentar los efectos inevitables de la orfandad., entonces pudo sentir  y comprender de lleno, que para el corazón todo es nada,  si no se posee a Dios.[4]

Ya adolescente de 15 años, su figura era esbelta, alto de 1.71 m., raza blanca, cara un tanto larga y bien proporcionada, frente amplia, ojos grandes y azules, cabellos rubios, dientes blancos, completos,  y bien alineados, de finos modales, de fácil y elocuente palabra.[5]; y como todo joven  lleno de ilusiones e ideales y atento a la Voluntad de Dios, como persona cristiana.


2.VOCACIÓN FRANCISCANA

Cuando el joven Fernando tenía 15 años de edad, decide vestir el sayal franciscano, atraído por la misión que dieron  los Padres franciscanos del Convento de Ocopa, en la ciudad de Huánuco.

El Convento de Santa Rosa de  Ocopa, fundado por Fray Francisco de San José, el año 1725, está ubicado en la Provincia de Concepción en el Departamento de Junín, en el Valle del Río Mantaro, entre Huancayo y Jauja, hermoso Santuario de actividad misionera y de Formación de los Padres Franciscanos, convento llamado “ Antigua mansión de la virtud, escuela de la milicia de Cristo, rincón de soledad sagrada, Colegio misionero “ en donde tantos esforzados varones aprendieron a vencer los vicios y a ganar las almas.

Los estudiantes debían cursar tres años de Filosofía, tres años de Teología Dogmática y dos de Teología Moral. Durante la Filosofía se debía estudiar, además, las clases suplementarias de Matemática, Geografía y Física. Los Teólogos tenían clases de Historia Universal e Historia Eclesiástica, y los Moralistas tenían clases de Sagrada Escritura y Oratoria Sagrada, también estudiaban Derecho Canónico. Durante las vacaciones estudiaban la lengua quechua.

La  etapa de formación es muy  importante para los jóvenes misioneros  franciscanos; es allí cuando, se acercan a los primeros combates reñidos en la más crítica coyuntura, en los comienzos de la edad juvenil, en que se decide la suerte del hombre, y de cuya orientación depende el curso de la vida.

El joven Fernando, en el Convento de Ocopa, fue corista estudiante y realizó sus estudios eclesiásticos tomando el nombre de Alfonso María de la Cruz. Nunca desmintió su primera resolución; a pesar de que los misioneros de Ocopa nada omitieron para probar su constancia. Conocedores ellos, de la difícil causa que toma a su cuenta el ministro del Evangelio, que debe ser “ sal de la tierra, luz del mundo, depositario de la ciencia y centinela de la casa de Israel “ ; y sabiendo que a quien mucho se le confía, mucho se le ha de pedir, emplearon todos los medios  para probar la bondad de su vocación. más nuestro joven aspirante se mantuvo siempre en su puesto y colmó las esperanzas de todos.
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Fray Alfonso María de la Cruz se consagró irrevocablemente al total servicio de Dios por la Profesión de los votos religiosos, el 18 de diciembre de 1862 digno galardón de su constancia, después del año canónico de noviciado, durante el cual dio clarísimas muestras de la verdad de su vocación a la vida del claustro, dedicándose a ilustrar su espíritu, acompañando el ejercicio de las virtudes religiosas con el estudio de las ciencias humanas y divinas que aprovechó sobremanera, mereciendo recibir las órdenes menores y  la dignidad sacerdotal, previo examen ante el Venerable Discretorio, según  cartas firmadas por el R. P. Fray Pedro Gual, Comisario General de la Orden Franciscana.

El sábado 1º de Septiembre de 1866 recibió la Tonsura y las Órdenes Menores o Ministerios de: Ostiario, Lector, Exorcista y Acólito.
El Subdiaconado lo recibió el Domingo 2 de Septiembre de 1866 y el Diaconado el Domingo 9  del mismo año y  el Sagrado Orden del Presbiterado el  03 de Marzo de 1867 en la ciudad de Lima, conferido por el Excelentísimo Monseñor Manuel Teodoro del Valle,  primer Obispo de Huánuco.
esde su ordenación sacerdotal,  Fray Alfonso María se dedicó con gran celo apostólico  a los ejercicios propios del sacerdocio en el Convento de Ocopa y pueblos de la Región central del Perú.[6]. Se adjunta las cartas  referente a las Sagradas Ordenes.



[1]Cf. IZAGUIRRE,.”El Eco Franciscano”, Compostela XII (1895-96)  p.401-4.
[2]  Partida de Bautismo hallada en  la Secretaría de La Parroquia Sagrario La Merced de Huánuco
[3] VARGAS UGARTE, Rubén, “Historia de la Iglesia”, tomo V, (1800-1900), Burgos 1904, p 273.
[4] IZAGUIRRE, Bernardino OFM; “Oración Fúnebre del Ilustrísimo y Reverendísimo Fray Alfonso María de la Cruz Sardinas” , Imprenta y librería de San Pedro Lima 1902, p. 7-8
[5] Relación histórica jurídica de la Congregación de Religiosas Franciscanas de la Inmaculada Concepción. Y Acta de traslación de sus restos del 25 de Noviembre de 1965,Archivos del Obispado de Huánuco.
[6] Relación Histórica Jurídica de la Congregación de Religiosas Franciscanas de la Inmaculada Concepción  pg. 8  y “ Apuntes Biográficos del Ilustrísimo y Reverendísimo Fray Alfonso María de la Cruz Sardinas segundo Obispo de Huánuco” del P.Noé Castillo, Huánuco ,1951 Y cartas que se adjuntan.

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