4.MISIÓN SACERDOTAL
Fray Alfonso María de la Cruz Sardinas , terminados sus estudios en el Convento de Ocopa, recibió el Orden Sacerdotal en Lima el 3 de Marzo de 1 867, según se indica en la carta siguiente:
“ Fray Pedro Gual , de la observancia regular de N.S.P. Francisco, Misionero Apostólico, Lector de Sagrada Teología, es Definidor General de la Orden , Examinador sinodal del Arzobispado de Lima, Comisario General de la familia seráfica en las regiones peruana, chilena, ecuatoriana, de la Nueva Granada y venezolana y humilde siervo en el Señor.
A nuestro muy amado hijo en Cristo, Fray Alfonso María de la Cruz , alumno de nuestro Colegio de Ocopa
( deseamos ) salud perdurable en el Señor.
El régimen del oficio a nos confiado exige que, velando atentamente por el culto de Dios y el cuidado de las almas, escojamos y presentemos para recibir las Sagradas Ordenes a aquellos súbditos, de nuestra Orden y de nuestro Oficio, a los que recomiendan su integridad de vida, honradez de costumbres y cultura general; y como entendemos que éstas y otras cualidades están presentes en ti tal como exigen los Sagrados Cánones y las Constituciones Apostólicas de nuestra Orden, y hemos verificado todo esto mediante un examen previo realizado ante el Venerable Discretorio, por todo ello, en virtud de la presente carta y con el saludable mérito de la obediencia, te destinamos a recibir el Sagrado Orden del Presbiterado; además te presentamos ante el Señor Manuel Teodoro del Valle, dignísimo Obispo de Huánuco, implorando humildemente su bondad para que te reciba y reconozca como hijo, solemnemente profeso, de N.S.P. Francisco y se digne conferirte dicho Sagrado Orden del Presbiterado.
Y, para que conste, hemos decidido escribir esta carta firmada con nuestra mano, refrendada con el sello mayor de nuestro cargo y consolidada por nuestro Secretario, en este Colegio de S. María de los Ángeles de Lima, el día 26 de Febrero del año 1867.
Fr. Pedro Gual ( rúbrica)
Comisario General
(Sello del comisario general de la orden menor)
D. M. P .I. A R
Fr. Leonardo Cortés ( Rúbrica)
Secretario
Lima Febrero 28 de 1867
Por Presentado con esta y dando por bastante el examen que ante el Venerable Discretorio ha prestado el religioso Fray Alfonso María de la Cruz , venimos en admitirle a las 0rdenes que celebraremos el día tres de Marzo, Domínica de Quinquagésima para conferirle el Sagrado Orden del Presbiterado
El Obispo de Huánuco( Rúbrica)
Por mandato de S.I. el Obispo mi Sr.
Manuel H. Cáceres ( rúbrica)
Pro- Secretario
Desde su ordenación sacerdotal, el R. P. Fray Alfonso María de la Cruz Sardinas se dedicó a los ejercicios propios del sacerdocio; y fue grande el celo con que trabajó en la Viña del Padre Celestial y el fruto que recogió de sus fatigas y sudores, que pueden testificarlo los pueblos cercanos a Ocopa, en donde trabajó hasta 1875.
A pesar de no haber tenido nunca culpablemente oculto el talento que el Señor le confiara para negociar, solicitó y obtuvo de sus superiores que lo trasladasen al Colegio de misioneros de la ciudad de Lima por motivos de salud, el 15 de febrero de 1875[1] según consta en el libro de incorporaciones en la página 139 que a la letra dice: “... que han sido admitidos en este colegio para el santo hábito y profesión, y tan solamente los religiosos que de España y de otros Colegios y Conventos han solicitado ser admitidos a él como miembros de la Comunidad... Procedente de Ocopa: RP. Alfonso Sardinas”.
De este Convento, salió a ejercer su celo apostólico en los pueblos de varios departamentos de la República , especialmente en los de Ica, Ayacucho, Huancayo, Huancavelica incluyendo la ciudad de Lima [2].
El 25 de febrero de 1875, se reunieron en Capítulo Guardianal Convocado por el Padre Gual, por delegación del Muy Reverendo Padre Masiá por sus letras del 10 de febrero de 1875, para realizar el capítulo el 25 de febrero y celebrándose el 4 de marzo. En el cual salieron elegidos:
- Guardián : M.R.P. Fr. José Amadó
- Discretos : RRPP. Fr. Bernardino González
Fr. Leonardo Cortés
Fr. Domingo Salvador
Fr. Pedro José Sala
Y en el nombramiento de Oficios
- Vicario o Presidente R.P. Fr. Alfonso María de la Cruz Sardinas
- Maestro de Novicios R.P Fr. Domingo Salvadó
R.P Fr. Juan Ferrer
- Director de la Casa de Ejercicios: R.P. Pedro Gual
- Lector de Filososfía RRPP Lucas Garteiz y Juan
Ferrer.
- Lector de Teología Dogmática: R.P. Fr. Pedro José Sala
- Lector de Teología Moral R. P Fr. Domingo Salvadó
- Bibliotecario R.P Fr. Juan José Vargas
- Escritor del Colegio R.P. Fr. Alfonso Sardinas
- Lector de Historia R.P. Fr. Leonardo Cortés.
Habiendo renunciado el Padre Alfonso Sardinas, a los oficios de Vicario y escritor del Colegio “Nuestra Señora de los Angeles” de Lima (Convento de los Descalzos), fue aceptada la renuncia de la Vicaría , y confirmado en el oficio de Escritor. Fecha 5 de marzo de 1875.
En el Capítulo Guardianal convocada por el M.R.P. Comisario General Fr. Leonardo Cortés, con fecha 21 de enero de 1878, y fijado en apertura para el día 27 del mismo, el capítulo fue celebrado el 11 del siguiente febrero, dando la elección el siguiente resultado:
- Guardián : M.R.P. Fr. Domingo Salvadó
- Discretos : RRPP Fr. Pedro José Salas
Fr. Buenaventura Munar
Fr. Lucas Garteiz
Fr. Miguel Ferriol
Sesión Discretorial :
Nombramientos de Oficios:
- Vicario o Presidente : R.P. Fr. Miguel Ferriol
- Maestro de Novicios : R. P. Fr. Pedro José Sala
Fr. Elias Amézarri
- Visitador de la Tercera Orden
y Director de la Casa de Ejecicios : R.P Fr. Pedro Gual
- Lector de Teología Dogmática y Moral: R. P Fr. Pedro José
Salas
- Lector de Filosofía y
Escritor del Colegio : R. P. Juan de Capistrano Puig
- Bibliotecario : R. P. Alfonso Sardinas
Tales has sido las elecciones celebradas en este Colegio desde su ocupación por los PP Misioneros, elecciones hechas con la más grande armonía y el mejor acuerdo de sus Vocales, toda vez que en ellas presidía antes que la ambición y el espíritu de encumbramiento, el horror nativo de estos religiosos a las dignidades y oficios, con tanta mayor razón ojeriza mirados y con dolor ejecutados, cuanto que son manantial fecundo de perpetuos pesares aún en las comunidades de más rígida disciplina. [3]
El celo por la gloria de Dios y bien de las almas del Padre Sardinas, no reconoció otros límites que los impuestos por la obediencia, de quien era amantísimo hijo. Los Prelados, admirando las buenas dotes que el cielo había depositado en el Padre Sardinas, no quisieron que permanecieran ociosas, y desde luego le encomendaron empresas arduas y ministerios espinosos, en cuyo desempeño no defraudó jamás la esperanza de sus superiores, pues siempre la felicidad del éxito coronó sus trabajos, los cuales, tenían como fin único la gloria de Dios, la prosperidad de la orden y el bien de las almas.
Fray Alfonso María de la Cruz Sardinas , fue confesor y director espiritual del Clero de Lima, Visitador de Conventos religiosos.[4]
Se distinguió por su dedicación al confesionario[5]. Entre las comisiones que desempeñó merece especialísima mención por lo delicada y difícil, la de Visitador de algunas comunidades religiosas, ya que contribuyó al bien del clero de la catedral en cuatro de sus conventos; encargándose de su alta dirección, cargo que ejerció a completa satisfacción, encomendado por la Delegación Apostólica del Perú
Su piedad y observancia le captaron el aprecio de los que le trataban. De preferencia consagraba sus desvelos a la gente desvalida, consolando al afligido, alentando al débil, instruyendo al ignorante; extendiendo las actividades de su celo apostólico a Concepción y Huánuco.[6]
Imbuido en la alta doctrina del Evangelio y penetrado del Espíritu de Salvador. El Padre Sardinas sabía compadecerse del corazón humano, este conocimiento práctico de las miserias humanas y de las consecuencias sociales a que da origen, le hicieron arbitrar medios de propagar la enseñanza y la educación cristiana y tuvo la felicidad de ver cumplidos siquiera en parte sus deseos, no sólo en Lima, sino también en Concepción y Huánuco.
En una de sus giras misionales, según tradición, fue atacado en Sayán por una fiebre maligna; agobiado por el mal, pero sin dejar la oración, repasaba en su mente lo mucho que debía a la Santísima Virgen y cuanto había pensado hacer para honrarla. Entonces prometió a la que es salud de los enfermos fundar una Congregación Religiosa para la educación de niñas pobres, si recuperaba la salud. No necesitó más medicinas, la fiebre cedió a un general bienestar y restableciéndose prontamente, el padre Sardinas, pudo retornar a Lima, donde ya no pensó sino en llevar a cabo la difícil empresa.
En Lima, restableció el culto en un monasterio casi derruido gracias al vandalismo de las modernas revoluciones liberales y en cuyo templo se albergaba una compañía de bomberos estableciendo allí una nueva Congregación que fundó de Terciarias Franciscanas llamadas de la Inmaculada Concepción y dedicadas a la enseñanza[7].
[1] HERAS, Julián, “Incorporaciones de Ocopa”, (1752-1907), lima 1970 p. 109
[2] IZAGUIRRE, Bernardino;Ob. cit, p. 9.
[3] Apuntes de la Crónica General de la Orden. B /69 Lima,1852- 1888. p.42, 43.
[4] Actas de los Archivos del Arzobispado de Lima.
[5] HERAS, Julián, Ob.cit.
[6] BERROA Y LUNA, Gregorio. “Monografía Eclesiástica de la Diócesis de Huanuco y Junín”, Tipografía “El Seminario” ,Huanuco, 1934, p. 134.
[7] IZAGUIRRE,.”El Eco Franciscano”, Compostela XII (1895-96) p.403
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